La Gira monástica 2017 en España ha concluido.
CON SUS NOMBRES Y SU PRESENCIA
Déjame que te cuente como la sencillez puede caminar entre la abundancia o la dificultad sin alterar su PAZ.
La Gira monástica 2017 en España ha concluido formalmente.
Cada monja y monje han traído con su nombre el mejor regalo que podían hacernos.
Su presencia y su inspiración.
Llegamos a la orilla del río y la corriente de agua era tan fuerte que temíamos ser arrastrados por ella. Nuestra aspiración era superar el obstáculo de nuestras percepciones erróneas y poder disfrutar de la suave luz que al otro lado se proyectaba. La iluminación era perfecta. Y su atractivo nos reclamaba seductoramente.
No nos atrevíamos a dar el primer paso, hasta que de pronto, emergió una gran piedra de la mano del hermano “GRAN CAMINO”. Con su sonrisa noble e inocente el monje nos facilitaba el primer paso. La primera alegría.
La marcha meditativa había empezado y la hermana “CAPACIDAD” nos sugirió que tuviésemos fe en nosotros mismos. Nos abrió los ojos y se manifestaron muchas capacidades dormidas en nuestro interior. Fue una maravillosa manifestación colectiva, ver que sí, era posible.
Y después de un paso vino otro y otro. El hermano “MOMENTO PRESENTE” nos mostró con su comunicación profunda y sincera donde reside el coraje de una persona que ha decidido aprender y crecer en cada momento. Su atrevimiento invitó a salir al nuestro. Su valentía fue contagiosa.
De pronto apareció una nueva dificultad. Una inmensa dificultad. El hermano “HYMALAYA” nos mostraba la solidez de la montaña en su imperturbable quietud. Nos invitó a subirla y a bajarla, a bordearla y aceptarla. No era una dificultad lo que nos mostraba sino un entrenamiento. Y con ello nuestras exigencias personales se desvanecieron.
La hermana “LUZ” estaba allí. Imperturbable, amorosa y solícita de nuestra presencia. No corráis repetía. Ya habéis llegado. No hay mejor destino que disfrutar del camino. Yo siempre voy a estar aquí, esperándoos, porque yo también ya he llegado a mi verdadero hogar.
Las aguas no siempre fluyen al ritmo de nuestra mente y por ello el hermano “CORRIENTE” se manifestó como guía, para que la fluidez y la alegría estuvieran presentes. Si caes al agua, saluda a tu padre pez, decía. Si te arrastra la corriente hermánate con el paisaje y siéntete nube. Recuerda que no hay un yo separado. Recuerda que el universo entero está en ti.
Al abrirnos y abandonar los temores, se mostró la hermana “ALMACÉN DE FRAGANCIAS” y con ella todos nuestros sentidos más preciados. La fragancia de la vista y el olfato, la fragancia de lo bello y lo desconocido. La fragancia de vivir sin miedo.
Y al llegar a la otra riba, de nuevo salió el sol. Un nuevo día despertaba de la mano de nuestra hermana “AMANECER”. Con sus rayitos de sol tocando nuestros corazones y disponiendo nuestras mentes en meditación.
Todo ello lo vivimos y saboreamos con nuestros monjes y monjas en esta Gira. Poco importaba si estábamos en la casa de Sta. María de los Negrales de Madrid, en la cala Giverola de Girona o en las playas de Chipiona en Cádiz.
La esencia de nuestro compartir nos lo mostraba nuestra hermana “ARMONÍA” con su poesía y su música. Sembrando fraternidad por cada rincón y con cada persona, para que brotasen los mejores frutos en nuestra comunidad.
Gracias de corazón por tanto aceptado y por todo lo recibido.
Os queremos profundamente.
Un gran abrazo de toda la Sangha española para nuestros monásticos.