Uno de los maestros zen más conocidos y respetados del mundo, poeta, activista por la paz y los derechos humanos, Thich Nhat Hanh ha tenido una vida extraordinaria. Nació en el Vietnam central en 1926 con el nombre de Nguyen Xuan Bao. A la edad de 16 años ingresó en el monasterio zen de Tu-Hieu, cerca de Hue, donde su principal maestro fue Chan Thanh Quy Tiet. Se sometió a una sólida formación de la escuela Zen y del budismo Mahayana recibiendo la ordenación completa en 1949.
Posteriormente es reconocido como el Abad de ese mismo templo de Tu-Hieu, como anciano de la generación en la linea de transmisión del linaje Quan-Lieu y en la 42a generación del linaje «Lin- Tsi»(Rinzai).
Thay («maestro» en vietnamita) ha combinado su conocimiento profundo de una variedad de métodos tradicionales de enseñanza con los métodos e ideas de la psicología occidental para formar su acercamiento a la práctica del zen moderno, por ello se ha convertido en una influencia muy importante en el desarrollo del budismo para occidentales.
La guerra de Vietnam enfrentó a los monasterios a la difícil cuestión de decidir si llevar una vida contemplativa y dedicarse solo a la meditación en los monasterios o ayudar a sus conciudadanos que sufrían bajo los ataques de las bombas y la devastación de la guerra.
Nhat Hanh fue uno de los que decidió hacer ambas cosas, ayudando a fundar el movimiento del “Budismo comprometido”. Ha dedicado su vida, desde entonces, al trabajo de la transformación personal para el beneficio de los individuos y la sociedad.
El texto leido por Thay en el día internacional de las Personas Migrantes, con el Lema: ̈TU PAZ ES MI PAZ, VAMOS A CONSTRUIRLA JUNTOS ̈ sirve como botón de muestra sobre su idea del budismo comprometido:
«Me hallaba en Vietnam cuando algunas de nuestras ciudades fueron bombardeadas.En compañía de mis hermanos y hermanas monásticos tuve que decidir qué debíamos hacer.
¿Sería mejor seguir meditando en los monasterios o había llegado la hora de abandonar nuestra sala de meditación para acudir en ayuda de la gente que estaba sufriendo bajo las bombas? Tras una ponderada reflexión decidimos hacer ambas cosas: AYUDAR A LOS DEMÁS, y hacerlo CONCENTRADAMENTE.
Lo llamamos BUDISMO COMPROMETIDO.
El budismo debe estar comprometido. Cuando ha observado, debe actuar.
¿Cuál sería, si no, el sentido de la contemplación? Debemos tomar conciencia de los problemas reales del mundo. Y luego, concentradamente, reflexionar acerca de los mismos para saber qué debemos hacer para serles de ayuda. Si somos capaces de seguir concentrados en nuestra respiración y en practicar la sonrisa, incluso en los momentos más difíciles, la gente que nos rodea, los animales y las plantas se beneficiarán por ello.
¿Masajeas suavemente a la Madre Tierra cuando posas tus pies en ella?
¿Siembras simientes de Paz y alegría? Por mi parte, intento que cada paso que doy esté presidido por estas reflexiones y sé que la Madre Tierra me lo agradece. LA PAZ ESTÁ EN CADA PASO.»
Al principio de los años 60, en Saigón, Thich Nhat Hanh fundó la Escuela para el Servicio de Ayuda Social, una organización de ayuda para la reconstrucción de los pueblos y aldeas bombardeadas, la construcción de
escuelas y centros médicos, el realojamiento de familias, y la organización de cooperativas agrícolas. Con la ayuda de más de 10.000 estudiantes voluntarios, la SYSS basó su trabajo en los principios budistas de no
violencia y acción compasiva. A pesar de la oposición del gobierno vietnamita, Nhat Hahn también fundó la Universidad Budista, una editorial y una influyente revista de activismo por la paz, en Vietnam.
Tras visitar los Estados Unidos en 1966 en misión de paz, se le prohibió su vuelta a Vietnam en 1966. En sus viajes siguientes a los Estados Unidos, tuvo entrevistas con oficiales federales y del Pentágono, como Robert McNamara, a los que presentó argumentos para detener la guerra y pedir la paz.
Puede que Nhat Hanh haya ayudado a cambiar el curso de la historia de los Estados Unidos, cuando pidió a Martin Luther King que se opusiera a la guerra de Vietnam públicamente, ayudando, de esta manera, al movimiento por la paz. Al año siguiente, King nominó a Thich Nhat Hanh para el Premio Nobel de la Paz. Más tarde, Nhat Hanh encabezó la delegación Budista en la Cumbre por la Paz en Vietnam en Paris.
En 1982 fundó Plum Village, una comunidad budista en el exilio, en Francia, que comenzó siendo un lugar de refugio y encuentro para los refugiados vietnamitas, los llamados “boat people”, “gente de los barcos”,prisioneros políticos, y familias pobres de Vietnam y de todo el mundo.
Actualmente es un gran centro de práctica que abarca cuatro monasterios (dos masculinos y dos femeninos) con más de doscientos monjes y monjas y en el que los laicos pueden pasar temporadas y participar en retiros. También ha recibido un merecido reconocimiento por su trabajo con los Veteranos de Vietnam, por sus retiros de meditación y su prolífica obra literaria sobre meditación, plena consciencia y paz.
Ha publicado más de 85 libros. Citamos algunos títulos: “Llámame por mis verdaderos nombres”, “La paz está en cada paso”, “Ser paz”, “Tocando la paz”, “Buda viviente, Cristo viviente”, “Enseñanzas sobre el amor”, “El milagro de Mindfulness”, “ La Ira”… Además ha sido un gran reformador de la práctica budista, adaptando a la mentalidad occidental las enseñanzas del budismo zen.
Thich Nhat Hanh, interesado en ayudar a todos los seres vivientes a liberarse del sufrimiento, ha conseguido dar con medios hábiles para hacer que la práctica de la plena consciencia o mindfulness pueda ser asumida por occidentales sin que estos tengan que hacer un trasvase cultural asumiendo formas culturales ajenas a la cultura occidental. Es, por tanto, uno de los grandes maestros zen que han sabido encarnarse en Occidente.
Ha recibido multitud de premios y reconocimientos por su incansable labor en favor de la paz y por la difusión del budismo en Occidente. En el año 2015 recibió el premio «Pacem in Terris».
En el otoño de 2014 sufrió un derrame cerebral que le ocasionó una parálisis en sus miembros y la pérdida del habla. A pesar de ello siguió practicando y conservando plenamente su consciencia. Después del accidente cerebral vivió dos años en Plum Village, de allí pasó a Thailandia donde estuvo el tiempo necesario hasta que regreso a su templo de Hue donde falleció el 22 de enero de 2022.