Mensaje de la monja y hermana Sinh Nghiem | Meditación Zen Sevilla Mensaje de la monja y hermana Sinh Nghiem | Meditación Zen Sevilla

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12/junio/2015

Mensaje de la monja y hermana Sinh Nghiem

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Queridos amigos,

Nuestro retiro “El milagro de la Plena Consciencia” en Buitrago, fue un inolvidable y maravilloso retiro para mí y creo que mis hermanos y hermanas lo sienten de la misma manera. Se hizo especial por estar ahí Nora y su familia. Han pasado algunas semanas desde nuestro encuentro pero el recuerdo aún sigue vivo en la memoria, y aún me siento nutrida cada vez que lo recuerdo. Nora fue nuestra noble campana de plena consciencia, recordándonos que hay que nutrir nuestra compasión, también en la manera en que consumimos, particularmente la comida que ingerimos. Nora, nos ayudó a valorar, por propia experiencia, cuan preciosa es la vida de un solo niño, cuanto dolor y angustia sintieron sus padres y nosotros mismos, después del accidente durante el retiro. Así es también en la vida de miles y millones de niños por todo el mundo. Cuando cada uno de nosotros reduce su consumo de carne y alcohol podemos reducir, a su vez, la demanda y el abastecimiento de estos productos, y de esta manera poder generar más recursos para aquellos que más lo necesitan. Cuando comemos menos carne podemos sanar nuestro cuerpo, y ser más amables con nuestra mente y la Madre Tierra. Cuando vivimos de forma sencilla, podemos permitir a los demás simplemente, vivir. Así pues, nuestros niños por todo el mundo podrán vivir como Nora lo hace en nuestro corazón como el milagro de nuestro retiro. Cada uno de nosotros puede llevar este mensaje y practicar esta visión profunda en nuestro día a día. Os adjunto un bonito texto para poder practicar “el tocar la tierra”, o para contemplarlo regularmente en nuestra vida, o para investigar y compartir con los demás este mensaje de compasión.

Siento que a través de este especial retiro hemos podido conectar y apreciarnos los unos a los otros profundamente. Y espero que nuestra conexión continúe profundizándose a través de nuestra práctica en comunidad.

Con amor y fe, y rayos de sol de primavera desde Plum Village,

Hermana Sinh Nghiem

Espero veros aquí en el retiro de verano!


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-Consumo consciente-

Señor Buddha, me siento muy feliz de poder ser vegetariano o principalmente vegetariano. Como vegetariano, puedo nutrir la compasión, lo cual es la base para una vida feliz. Mirando a mí alrededor veo muchos animales los cuales se tienen que comer los unos a los otros para estar vivos. La araña tiene que comerse a la mosca o a la mariposa. La serpiente se tiene que comer a la rana. El pájaro se tiene que comer a la oruga o al pez. El gato se tiene que comer al ratón. El tigre se tiene que comer al ciervo. Me siento muy agradecido de no estar forzado a comerme la carne de otros seres vivientes.

Se que la especie de las plantas también quiere vivir y no quiere morir, pero estos sentimientos son muy pequeños comparados con los sentimientos de miedo y muerte de las especies humana y animal. Se que por compasión, bodhisattvas nunca tienen el ánimo de comer la carne de las especies vivientes y yo también quiero vivir como un bodhisattva. Señor Buddha, en el sutra sobre la carne del hijo tú me enseñas a comer en plena consciencia para que así pueda mantener y desarrollar mi compasión. En este sutra, les has dicho a tus discípulos que comer sin plena consciencia es como estar comiendo la carne de tus propios hijos e hijas. Cuando como la carne de los seres vivientes, soy consciente de que es como comer la carne de mi propio hijo pequeño.

En países desarrollados la gente come mucha carne y bebe mucho alcohol, lo cual tiene una influencia destructiva en el cuerpo y la mente. La producción de carne y alcohol también usa una desproporcionada cantidad de terrenos y recursos, contribuyendo, de esta manera directamente a la pobreza y el hambre en todo el mundo. Enormes cantidades de trigo, arroz, maíz y cebada son usadas para producir alcohol y alimentar animales para ser vendidos para carne. Cada día, más de 40,000 niños en el mundo mueren por falta de suficiente alimento nutritivo. Señor Buddha, tú nos has enseñado que si bebo alcohol y como carne de esta manera, no estoy siendo plenamente consciente del sufrimiento y no soy capaz de nutrir la compasión. Si los 40,000 niños que mueren cada día en el mundo no son mis propios hijos y nietos, ¿entonces de quien son hijos y nietos?

Señor Buddha, he hecho el voto de ser vegetariano y me siento pacífico y feliz por ello. Se que la comida vegetariana puede tener buen sabor y ser sana al mismo tiempo. Me siento motivado cuando veo que en nuestra propia época la gente que es vegetariana está creciendo. Hay mucha gente que es vegetariana porque son conscientes de que ser vegetariano es beneficioso para la salud, espiritual física y mental. Hay también gente que es vegetariana porque quieren nutrir su compasión. Estoy muy feliz cuando veo que hay asociaciones que se están esforzando para proteger animales a través de preservar sus propios hábitat naturales o previniendo a la gente en el uso de animales en experimentos dañinos.

Tocando la Tierra

Señor Buddha, con el cuerpo, palabra y mente en perfecta unidad, toco la tierra tres veces para nutrir mi consciencia del sufrimiento de todas las especies en el mundo y para ayudarme a nutrir mi compasión. {Campana}