Después de mucho deambular de acá para allá realquilados por horas en centros de diversa actividad, recalamos en el local de la calle Moravia hace seis años, y allí seguimos.

La foto está tomada en los primeros días de agosto de 2014, cuando recién habíamos alquilado y estábamos adecentando el local.

Algunos de los fotografiados abandonaron el grupo, otros marcharon a vivir lejos y siguen meditando en las sanghas del lugar donde recalaron y otros seguimos allí después de estos años transcurridos.

También me llama la atención la tristeza de Nico, el galgo blanco, quien sobrevivió poco a esta foto. Demasiado sufrimiento llevaba ya en su almita de perro y solo le dio tiempo a vivir en familia y a sentir el calor de un hogar durante un año.

Mucha ilusión contiene esta fotografía, mucha energía para iniciar en comunidad nuestro proyecto de un centro de meditación en la línea de Plum Village (Thich Nhat Hanh) que hoy es una realidad. En septiembre volveremos a reunirnos en la sala después de todos estos meses de confinamiento.

Os esperamos, estamos aquí para vosotros.