Retiro Guareña, 15 de Marzo del 2015
A doscientos y pico de kilómetros de Sevilla, muy cerquita del pueblo de Alange (Badajoz) cuyo balneario es famoso desde la época romana, se encuentra Guareña. Allí existe un germen de sangha iniciada gracias a los esfuerzos y buen hacer de nuestra hermana Begoña, monitora de yoga quien conoció la práctica de la plena consciencia a través de los libros de Thay y se enamoró de la práctica. Su entusiamo ha hecho que 35 personas del pueblo (entre ellos un pequeñito grupo venido desde la cercana Mérida) participaran en su primer Día de Plena Consciencia.
El lugar elegido era un cortijo extremeño cedido por una amable alumna de Begoña. En ese ambiente rural y agrícola, y con un maravilloso sol y temperatura hicimos una meditación sentada al aire libre. Después una meditación caminando, un poquito de yoga, una lectura preciosa de un texto de Thay que ofreció María Jesús y más tarde una opípara comida compartida entre todos. Ya se sabe la generosidad y sencillez de la gente extremeña. Lo mejor fueron los postres… eran dignos de un concurso de gastronomía. Un poquito exagerado en las cantidades, eso sí. De hecho parecía que estábamos celebrando un bautizo en lugar de un Día de Plena Consciencia. No faltó quien en su despiste se llevó una botellita de vino del país y unas lonchitas de jamón, que ni M. Jesús ni yo tocamos pero que seguramente no se quedaron en el plato.
Tras la comida hicimos un compartir del Dharma al solecito de la siesta y preguntaron el sentido de la opción vegetariana en nuestra práctica y en los Días de Plena Consciencia, así como preguntas sobre la organización de la sangha, la práctica y -curiosamente- una pregunta sobre un cierto rumor que corría por el pueblo de que nuestra práctica podría ser de una secta. A todo respondimos como pudimos y sabíamos y dejamos bien claro que de secta nanai de la China (les puse el ejemplo de que en trece años que llevo de práctica todavía no me ha llamado nadie para pedirme dinero y que aquí cada cual viene o se va cuando cree conveniente, sin que nadie le amordace, con total libertad.
Un poquito cansados y con dos horas y media de viaje de por medio, llegamos a Sevilla contentos de tener otra sangha practicando. La primera sangha de Extremadura.